Querida lectora:
Querido lector:
Gracias por este encuentro. Sin demasiados preámbulos. Sólo anticiparles un par de reflexiones, ya que casi todo lo que pueda decir está expresado en el contenido de este libro.
El poeta, como todo artista, tiene el supremo privilegio de gozar de la belleza hasta en la más insignificante de las cosas y los seres, pero es también esta misma delicada sensibilidad la que genera su dolor y su angustia frente a cualquier circunstancia desgraciada por minúscula que parezca, de las tantas que abundan a diario.
Su misión (consciente o no) es desnudar su alma, y el verso emerge como una flor de la alegría y de la pena, de la grandeza y miseria humana, de la unión y el desencuentro...
"La vida es trágica...", como dice nuestro querido Ernesto Sabato, pero la poesía intenta una síntesis superadora para que la belleza nos gratifique con aquello que el hombre no podrá destruir: la emoción.
Juan Carlos