Me entrevista su redactora, la amiga Isabel Asúnsolo
-
Háblame de ti. Tu trayectoria. Cómo y cuándo descubriste el haiku.
Parecerá algo poco frecuente, pero mi
primer contacto con el haiku no fue a través de la lectura, sino escuchando un
programa de radio. Lo anunciaron, lo leyeron y yo quedé fascinado. Se trataba
de un haiku del maestro Bashō (más tarde supe que era uno de sus más celebrados
haikus), traducido por Octavio Paz y Eikichi Hayashiya:
Este camino
ya nadie lo recorre.
Salvo el crepúsculo.
En ese mismo momento sentí que el camino
de verdad y belleza en la brevedad expresiva, que yo andaba buscando en mi
poesía, era ese. Su luminosa naturalidad. Esto aconteció en 2001, y a partir de
entonces mi objetivo se ha centrado casi exclusivamente en leer, aprender,
profundizar y ejercitarme en su práctica.