Veo en sus ojos el brillo de la mirada que, ausente, escudriña más allá del horizonte de las veleidades mundanas, y su bolígrafo, estampa las palabras que arden en fuego sobre el papel. Este, manifiesta su observación de lo acontecido en el acto ínfimo, infinito y a la vez fugaz de su mirada, que significará, para quienes leamos la sabiduría derramada en su poética, un destello que reflejada, el espejo de sus observaciones, y en las que me regocijo cada vez que visito este lugar tan exquisito. Disculpe la verborragia, pero no quería dejar pasar este momento. Con profundo aprecio y fuerte abrazo.
Sé que estoy lejos de merecer tanto elogio. Pero, al mismo tiempo, es grato comprobar cómo estos ínfimos versos calan en su sensibilidad. Y es, precisamente, esta sensibilidad la que le confiere valor y razón de ser al haiku. Esa riqueza está en su corazón.
9 Comments:
Guauuuuuuuuu bello simplemente bello muy delicado ... sobre el mantel bordado... felicidades...
Ledeska
Te mando este abrazo de Haikus de mi autoría.
Deja la noche
olvidadas al alba
copas vacías.
Por las ventanas
sutiles transparencias
tiemblan las fuentes.
¡Gracias, Ledeska!
Por tu visita y tu expresión tan espontánea. Me alegra que halles belleza en estos versos.
Un beso.
¡Qué grata sorpresa, Bea!
El mejor de los regalos: tus hermosos haiku.
Gracias por ello y por tu nueva visita.
Un beso.
Estimado amigo:
Veo en sus ojos el brillo de la mirada que, ausente, escudriña más allá del horizonte de las veleidades mundanas, y su bolígrafo, estampa las palabras que arden en fuego sobre el papel.
Este, manifiesta su observación de lo acontecido en el acto ínfimo, infinito y a la vez fugaz de su mirada, que significará, para quienes leamos la sabiduría derramada en su poética, un destello que reflejada, el espejo de sus observaciones, y en las que me regocijo cada vez que visito este lugar tan exquisito.
Disculpe la verborragia, pero no quería dejar pasar este momento.
Con profundo aprecio y fuerte abrazo.
Lo saludo con las manos juntas.
Mi querido amigo J.C.:
Sé que estoy lejos de merecer tanto elogio. Pero, al mismo tiempo, es grato comprobar cómo estos ínfimos versos calan en su sensibilidad. Y es, precisamente, esta sensibilidad la que le confiere valor y razón de ser al haiku. Esa riqueza está en su corazón.
Muchísimas gracias.
Reciba todo mi aprecio.
Esas ausencias se hacen presentes en cada brindis, y las nuevas copas dejarán sus huellas para las risas de los futuros recuerdos!!!
¡Gracias, Joli!
Por tu nueva visita y por tus palabras siempre cargadas de generosa confianza. En ese devenir que será recuerdo grato. Presencia pura.
Un beso.
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