Primer granizo.
Al pie del viejo tilo
las hojas tiernas.

17 Comments:

Bea Candiani said...

Tiernas las hojas:
es la fotografía
haiku y ternura

Juan Carlos Durilén said...

¡Qué privilegio, Bea!
Un haiku para mi haiku... Gracias por tu visita y por tu poema.
Me conmueve esa afinidad.

Un beso.

Mirta Gili said...

Ay Juan Carlos, esa sensibilidad tuya... El granizo, la terneza de esas hojas nuevas y la vejez del tilo que aún renace con sus ciclos, un disfrute !

Oye, una vez más te pido que me leas y comentes a una mujercita maravillosa... te dejo el link de su naciente blog de haikus

http://porlasendadelhaiku.blogspot.com/

Te dejo un abrazo muy fuerte y gracias por compartir tu senda... Besooo

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Mirta.
¡Por tantas cosas!
Tu visita, tu compañía, tus palabras siempre atentas y demostrativas, y este nuevo espacio al que me invitas.
Con mucho gusto me llegaré hasta él. Es reconfortante saber que hay quienes se suman como compañeros de ruta.

Otro beso para ti.

Gloriab said...

Anoche llovió mucho en Buenos Aires y temía por los tres Tilos que estan en la vereda del vecino, porque dentro de poco van a florecer, inundando mi casa con su perfume y era un cielo de granizo !! Por suerte, fue lluvia nada mas y los capullos intactos.
Excelente tu Haiku, tan sensible, gracias por compartirlo. Un abrazo

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Gloria, por tu comentario tan oportuno.
Estamos ya en época en que las lluvias son más que necesarias, pero a esa agua bienhechora se suma, a veces, ese fenómeno indeseado del granizo con consecuencias que suelen ser muy severas, sobre todo en los grandes cultivos y los frutales. Pero, en fin. Es parte de nuestro clima.

Tu compañía: tan grata como siempre.

Un beso.

Josefa said...

Juan Carlos: Gracias por compartir tus hermosos haikus.
Un beso.

Juan Carlos Durilén said...

A ti, Josefa.
Por tu constancia en las visitas y tus generosas palabras de estímulo.
El haiku: una manera de dar y de darnos a los espíritus atentos y sensibles.

Gracias. Un beso.

nubeaguablog said...

¡Qué corta ha sido la vida de las hojas de la Higuera!
Bonito haiku
Un abrazo
j

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Unsui.
Así es. Demasiado corta.
Puede parecer cruel a nuestros ojos, pero en la naturaleza sucede de continuo: tantas vidas que no llegan a desarrollarse. Estamos incluidos, desde luego.

Gracias por pasar y detenerte.

Un abrazo.

ana rosa said...

gracias Juan Carlos por tus palabras en mi blog, para alguien que empieza es reconfortante que alguien como tú exprese su opinión, y sobre todo gracias, por compartir tus maravillosos haiku

Juan Carlos Durilén said...

¡Bienvenida, Ana Rosa!
Gracias a ti por pasar por este rinconcito y detenerte.
Para mí también son importantes tus palabras. Me reconforta esta afinidad que permite compartir la senda del haiku.
Nos seguimos leyendo y acompañando.

Un abrazo.

Juan Carlos Moreno said...

Un hermoso haiku lleno de fuertes contrastes con ese granizo que tira las hojas tiernas

Un Abrazo fuerte tocayo

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, querido haijin.
Me alegra esta afinidad y que el haiku pueda ser el puente.
Un fenómeno natural el granizo, pero no dejan de doler esas hojas que, tempranamente, ya no darán sombra...

Gracias por pasar por aquí y dejar tus impresiones.

Un abrazo.

Elena Bravo "Elena de San Telmo" said...

Juan, qué hermoso! es caprichosa la primavera!

Juan Carlos Durilén said...

Así es, Elena.
Un capricho que, por esta época, es una amenaza frecuente.
A veces, en pocos minutos, plantas y árboles quedan destrozados.
El dolor es inevitable. Y, en muchos casos, la pérdida de meses de trabajo. En fin...

Gracias por pasar y detenerte.

Otro beso.

Elena Bravo "Elena de San Telmo" said...

Así es la naturaleza también destructiva, hostil, salvaje. Las hojas nuevas del viejo tilo nos recuerda que es posible retoñar. Un mensaje que usted nos deja en este haiku bellísimo.
Un abrazo