Sol de noviembre.
Rozan sus ramas tiernas
los olmos  viejos.

8 Comments:

nubeaguablog said...

Bonito Haiku
Un abrazo
j

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Unsui.
Por aquí, la primavera ofrece estos momentos.

Aprecio tu visita y tus palabras.

Otro abrazo.

Josefa said...

El olmo viejo me trae a la memoria al anciano con sus nietos.
Precioso. Juan carlos. Un abrazo de una Andaluza en Cataluña.

Juan Carlos Durilén said...

Hermosa comparación, Josefa.
Gracias por tu compañía y tus palabras siempre atentas.

Nos seguimos leyendo.

Un beso.

Elsa said...

Hermoso instante , en el que lo nuevo y lo viejo están en armonía...

Gracias, Juan Carlos. Y felicidades por el trabajo hecho en el grupo de Córdoba.

Un beso
Elsa

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Elsa.
¡Cuánta alegría me producen tu visita y tus palabras, tras esa ausencia y el silencio! Se te extrañaba...

Seguimos compartiendo este camino y las miradas.

Un beso.

Marya jesús said...

Bonito contraste para un mismo árbol viejo y ramas tiernas, me gusta Juan Carlos. Un abrazo.
He visto un poco vuestro trabajo en Córdoba, felicidades por él.
¡¡Viva el haiku!!

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Marya jesús.
Un placer tu visita y tu entusiasta comentario. Me alegra mucho.
Comparto contigo ese entusiasmo por el haiku.
Nos seguimos acompañando y leyendo.

Un beso.