Pared derruida.
En los huecos más altos
se escucha piar.

8 Comments:

Xaro La said...

Qué fascinación esas casas derruidas verdad?

Me parece encantador tu haiku Juan Carlos, donde hay ruinas y parece que nada habita, escuchar ese piar es delicioso.
Me gusta mucho el haiku

Besitos amigo JC

Juan Carlos Durilén said...

Me place que te guste, Xaro.
Y tal como tú dices, es conmovedor descubrir vida entre aquello ruinoso y abandonado.
Uno de tus últimos haikus también hace referencia a algo parecido: la bignonia florecida sobre la casa en ruinas... ¡Hermoso!

Gracias, amiga.

Un beso.

gorka said...

Muy bonito el haiku Juan Carlos!

Antes de leer tu comentario también he pensado en la similitud con el haiku de Xaro...

Un fuerte abrazo!

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Gorka.
Aprecio tu nueva visita y tu generoso comentario.
En cuanto a esas semejanzas que tú también adviertes, creo que son bastante frecuentes en el haiku.
Situaciones muy similares que se nos presentan aunque (como en este caso) haya tantos kilómetros de distancia...

¿Será que hay algo así como una secreta sintonía entre quienes profesamos esta disciplina?

Un abrazo, amigo.

Anónimo said...

Me encantan tus haikus amigos.
Y en el piar de la vida lo sigo intentado, te mando un correo.
Un abrazo.
Ambar

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Ambar.
Momentos que descubro en mi diaria caminata matinal.
Un placer compartirlos.

Leeré tu correo, amiga.

Otro abrazo.

LA JOLI said...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LA JOLI said...

Renacer...
Siempre presente la belleza de la vida que generosamente nos conmueve a cada paso...
Me encantó!!