Golondrinas.
En sus pechos blancos
el sol poniente.

18 Comments:

Leti Sicilia said...

Un haiku lleno de movimiento y color:
las siempre inquietas golondrinas y el atardecer... sin duda un gran haiku.

Gracias Juan Carlos por continuar deleitándonos con tus versos.

Un abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, Leti.
Me alegra compartir estas escenas, y más me alegra saber que lo percibido y expresado tiene esta generosa acogida.

Tus palabras son siempre un aliciente.

Otro abrazo, amiga.

Unknown said...

Pintaste esas golondrinas. Las veo.
¡PRECIOSO HAIKU !
Besos de luz.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, María del Carmen.
Una alegría tenerte por aquí y este placer de poder compartir.

Otro beso, amiga.

gorka said...

Un gran haiku.

El contraste de esas inquietas golondrinas (como dice la compañera Leti) frente a la serenidad del atardecer...
El contraste de ese pecho blanco frente a ese sol naranja del atardecer...

Gracias amigo por tanta belleza en tan pocas palabras.

Un abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias a ti, Gorka.
Pero, permítime decirte que es tu propia sensibilidad (al igual que la de quienes pasan por aquí) la que hace posible esta recreación tan vívida del momento.

Es así cuando, creo yo, el poema alcanza tal categoría.

Un abrazo, amigo.

Luján Fraix said...

QUE BELLAS QUE SON LAS GOLONDRINAS JUAN.
TODAVÍA TENGO QUE PUBLICAR TUS HAIKUS, VERÉ SI LO HAGO EN ESTOS DIAS.
UN BESO GRANDE.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Luján, por tu compañía y tus palabras.
En verdad, son las avecitas que más amo y admiro. Parece que disfrutaran su vuelo. Son tan graciosas y elegantes...
En este mes, creo que ya nos abandonan, como cada año. Pero "volverán", como dijo el poeta...

Agradezco, desde ya, esa publicación, querida amiga.
Cuando sea estará bien.

Otro beso.

Kairi said...

Hola Juan Carlos. Esta tarde me he acordado de este Haiku. Paseando por el puerto de mi ciudad he reparado en algo brillante en el cielo, y era el pecho blanco de una gaviota reluciendo.

Un abrazo muy fuerte.

Juan Carlos Durilén said...

Me alegra que eso que ha llamado tu atención coincida de algún modo con lo que describe el haiku.

Gracias, Encarni, por pasar por este otro "puerto" y dejar tus impresiones.

Otro abrazo.

Luján Fraix said...

HOLA JUAN CARLOS
YA PUBLIQUE TUS HAIKU EN MI BLOG GALATEA. ESPERO QUE TE GUSTEN. ESO SÍ ME COSTÓ UN POCO ENCONTRAR LAS IMÁGENES. VISTE QUE YO ILUSTRO TODO.
SI ALGO ESTÁ MAL ME AVISAS.
UN BESO

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Luján.
Valoro mucho tu gesto. Nada puede estar mal. Tu buen gusto está siempre presente.
Las imágenes que acompañan a los haikus son muy apropiadas.
Además tu blog "La Galatea" es un sitio acogedor.
Espero, por lo tanto, que mis modestas composiciones interesen y agraden a tus amigos lectores.

Otra vez, gracias.

Un beso.

Luján Fraix said...

HOLA JUAN CARLOS
GRACIAS POR SEGUIRME EN GALATEA. TE HAN DEJADO PRECIOSOS COMENTARIOS MIS SEGUIDORES QUE ALGUNOS TE HAN VENIDO A VISITAR Y SE HAN QUEDADO COMO PILAR Y MAGDA.
ME ALEGRA MUCHO, ES MI PROPÓSITO. DAR A CONOCER A LAS PERSONAS QUE AMAN LA ESCRITURA Y QUE LO HACEN BIEN, QUE ESTUDIAN.
EN ESE BLOG ME DEDICO A ESO, EN LOS OTROS A OTRAS COSAS.

UN BESO

Juan Carlos Durilén said...

Aprecio mucho tu labor, Luján, y tu mano abierta.
He leído esos comentarios tan amables de tus amigos y amigas, y me alegra contar desde ya con la compañía de Pilar y Magda. Cada visitante que se suma a mis seguidores, es un compromiso que asumo de entregar siempre lo mejor de mí, como una manera de retribuir esa confianza.

Gracias, Luján. Nos seguimos acompañando.

Otro beso, amiga.

Josefa said...

No hevisto golondrinas desde que vivo en Barcelona. Y hace ya muchoe años. Este haiku me las ha recordado cuando en la primavera las veia volar por el pueblo.
Gracias Juan Carlos por compartir este bello haiku.
Un beso con todo mi cariño.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, Josefa.
Me alegra mucho que el haiku te haya traído gratos momentos de años atrás.
Por aquí ya se aprestan a iniciar su largo viaje de cada año.
Me llenan el corazón cuando regresan...

Un beso, amiga.

Xaro La said...

Qué hermosa visión Juan Carlos, el dinamismo de las golondrinas con esa luz del crepúsculo ese momento
mágico, sobre su pecho... parece que aparecieron en ese justo momento para que el haijin compusiera el haiku

Felicidades, siempre nos trasportas con tu arte

Un cariñoso abrazo amigo JC

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Xaro.
Siempre tan generosa en tus conceptos y elogios.
Si los merezco es porque hay una afinidad espiritual en ti y en la de todos los amigos, que permite esta alegría de compartir instantes.

Otro abrazo, amiga,