Sobre el silencio
de los montes quemados
cae la nieve.

21 Comments:

Anónimo said...

Hola Amigo Juan Carlos.
Un buen estímulo para el monte quemado, la caída de la nieve, he revisado lo que he perdido, un placer leerte.
Estos días ando un poco lenta pero no me olvido de ti, el fin de semana llega y espero te sea maravilloso.
Un abrazo
Ambar

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Ambar.
Siempre es bienvenida tu visita.
Tras los incendios que han arrasado buena parte de nuestras serranías, ahora esta última nieve, como para aliviar algo.

Lo mismo para ti, amiga. Buen fin de semana.

Otro abrazo.

Unknown said...

Puedo "ver" los montes quemados y la nieve en copitos cayendo sobre él.
Un haiku muy bello, Juan Carlos.
Un abrazo gigante. :)
¡Buen jueves !! :)

Juan Carlos Durilén said...

Siempre tan amable, María del Carmen.
Es un espectáculo sobrecogedor, amiga: los montes devastados por el fuego, ahora solo cenizas, y sobre ellas esta nevada tardía...
Sin pájaros, todo silencio.

Gracias por pasar y detenerte.

Un cariñoso abrazo.

Anónimo said...

Precioso haiku con fortísimos contrastes Juan Carlos. Enhorabuena.
Un abrazo

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Elías, por tu visita y tu amable concepto.
La naturaleza nos presenta estos contrastes, nos sorprende en la búsqueda del equilibrio.

Un abrazo, amigo.

nubeaguablog said...

Precioso haiku Juan Carlos. La caricia de la nieve sobre el triste monte quemado
Un abrazo
j

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Unsui.
Como digo más arriba, a estas tierras castigadas por el fuego llega el alivio de la nieve, no mucha, pero algo atenúa.

Aprecio tu visita y tus palabras, amigo.

Otro abrazo.

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz said...

la nieve calma al monte con su frio...
un saludo
karin
http://blogdekarinrosenkranz.blogspot.com.es/

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz said...

la nieve calma al monte con su frio...
un saludo
karin
http://blogdekarinrosenkranz.blogspot.com.es/

Juan Carlos Durilén said...

Bienvenida, Karin.
Gracias por pasar por aquí y detenerte.
Un placer tu visita y tus palabras.
Llegaré hasta tu rincón.

Con todo afecto.

Alberasan said...

Guau, aunque como soy medio lobo debería de aullar: au au auuuuuu ¡qué buen haiku!
Negro, blanco, todo un tablero de ajedrez donde la vida juega su partida...
Mola esa nieve que, con levedad, irá poniendo poco a poco voz a ese oscuro silencio...
Gran haiku, Juan Carlos. Enhorabuena.

PD la naturaleza siempre triunfa, ya verás. Un abrazo

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Alfredo.
Tu entusiasta comentario hace más evidente lo que modestamente el haiku procura presentar.
Tus palabras no solo refuerzan la escena, sino que, además, ponen esa confianza plena en el poder de la naturaleza para reponerse. Y en eso va también una enseñanza.

Un abrazo, querido amigo.

Renacer said...


Cuanta hermosura ...la nieve blanca...,

como un bálsamo sobre la herida de

de la piel quemada de los montes.

Un abrazo Juan Carlos.

Leer tus haikus me transmite...serenidad.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Rosamaría.
Hermoso tu comentario.
Me place saber que hallas serenidad en la lectura de mis haikus.

Aprecio la constancia de tus visitas.

Otro abrazo, amiga.

momiji haiku もみじ said...

Uf, qué contraste. Toda la violencia que se intuye en lo quemado y la serenidad de la nieve que cae. Lo, negro, lo blanco, el ruido, el silencio...

Un haiku que conmueve.

Abrazos Juan Carlos

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, momiji.
Tus palabras, tu propia percepción, ahondan la escena y el sentido que le dio origen al haiku.

Un placer, como siempre, tu visita.

Un abrazo, amigo.

Xaro La said...

Comovedora imagen Juan Carlos, ese silencio, se hace aun más patente ante la nieve en el bosque quemado...
Hay una tristeza escondida bajo esa nieve.

Felicidades un gran haiku

Un abrazo amigo JC

Juan Carlos Durilén said...

Hermosas tus palabras, Xaro.
Hay tristeza bajo esa nieve que cubre las cenizas y el silencio.

Gracias, amiga, por acompañarme.

Otro abrazo.

Unknown said...

Estimado Juan Carlos, sinceramente no se bien como llegué a su blog, seguramente uno va pasando de comentario en comentario, y así se conocen los blogs
Debo decirle, que son muy hermosos y sentidos sus haikus, y cuando leí este, me emocionó, ya que amo Córdoba, desde que la conocí por primera vez a los 5 o 6 años, y guardo de ella los mejores recuerdos, siempre que quiero sentirme refugiada en un abrazo imaginario de mis padres, que ya no están, me voy con la imaginación a esas vacaciones en Calamuchita, y revivo esos paisajes de ensueño, y esos días felices
Sufrí mucho cuando veía en los noticieros cómo sufría esa tierra amada por mi, espero que todo y todos puedan recuperarse pronto, se que muchas cosas ya no, lamentablemente
Le envío mi abrazo y saludo cordial
un placer haber conocido su espacio
Claudia

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Claudia.
Bienvenida a este modesto rinconcito y aprecio tu hermoso comentario. Me ha conmovido.
Me alegra que guardes tan preciado recuerdo de nuestras serranías.
Es verdad. Sufrimos con este desastre que, lamentablemente, suele ser recurrente. No obstante, la naturaleza, generosa como siempre, se repondrá del daño sufrido.

Una alegría compartir contigo estos momentos haikus.

Un gran abrazo, amiga.