Viento y lluvia.
El manzano ha perdido
las últimas flores.

18 Comments:

Ana said...

Quizá haya influido el temporal en esa caída, o tal vez ya les tocaba caerse... En todo caso, el manzano volverá a cubrirse de flores algún día.

Un abrazo, estimado amigo.

Ana

Juan Carlos Durilén said...

Así es, Ana.
Los ciclos naturales se rigen de tal modo. Somos parte de esos ciclos. Lo que acontece nos involucra.
Es decir, testigo y parte.

Gracias por tu amable visita y tus impresiones.

Otro abrazo.

gorka said...

Era la hora de que las perdiera...

Un abrazo, amigo _/\_

Pensando en Haiku, Karin Rosenkranz said...

Juan Carlos, El manzano esta vez se quedará sin manzanas. eso da mas pena... A veces dan ganas de ponerle a los árboles un paraguas o un piloto para que el temporal no les afecte tanto...
escribimos sobre árboles al mismo tiempo.
un saludo

Juan Carlos Durilén said...

Así es, Gorka.
Gracias por pasar y detenerte.

Otro abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Karin:
Como le decía a Ana, los ciclos naturales tienen sus propios códigos. Esas flores caídas tienen un sentido.
De todos modos, admiro tu actitud compasiva y protectora.

Gracias, amiga. Un beso.

Unknown said...

Precioso haiku !! Los ciclos de la naturalexa. ¡qué maestría !
Un abrazo gigante ! :)

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, María del Carmen.
Siempre tan atenta.

Todo se reduce a observar. La naturaleza: esa gran maestra...

Un gran abrazo, amiga.

Belén Rodríguez said...

Todo sucede por algo y en este caso seguro que también es así.
Seguro que las flores que han quedado darán unas manzanas buenísimas.
Un abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Coincido contigo, Belén.
Nada es por azar.

Gracias por pasar por aquí y dejar tan grato comentario.

Recibe todo mi afecto.

Unknown said...

si es el manzano de la imagen, igualmente lo veo lleno de manzanas

y así como el manzano las flores, muchas veces con el viento y la lluvia de nuestras vidas, perdemos ilusiones, pero como bien dijiste, los ciclos, harán que vuelvan a su tiempo, a florecer
flores, ilusiones, esperanzas

mi hijo está vacacionando en Villa del Dique, lugar maravilloso :)

un abrazo!

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Claudia.
Los árboles no claudican. Siguen dando flores y frutos y hojas, sombra y belleza... La vida manifestándose.

Valoro tu compañía y me alegra que tu hijo esté disfrutando de este paisaje cordobés.

Otro abrazo, amiga.

Unknown said...

¡Me gusta mucho el haiku!,¡algo muy natural en estos tiempos ,lo importante que sigue en pie!!!Y así,llamó tu atención,sino otro sería el tema...8un abrazo)

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Lilí.
Aprecio mucho tu visita y tus palabras.
En el haiku (para mí) es tan importante el poeta como el lector. Es cuando el haiku cobra sentido y alcanza entidad.

Un abrazo, amiga.

Xaro La said...

Un hermoso haiku de lo sagrado Juan Carlos, que queda abierto al lector con ese misterio que la naturaleza nos aporta con cada ciclo.Realmente hermoso

Un gran abrazo amigo

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Xaro.
Reconforta esta afinidad conceptual en torno al transcurrir y renovación incesante de nuestra Gran Maestra.

Otro abrazo a ti, amiga.

Anónimo said...

Hola amigo Juan Carlos.
No sé que ocurre, solo veo una de tus publiciones de vez en cuando, las mías tampoco se ven, acabo de ver la más reciente cuando ya he perdido unas cuantas, ahora sigo repasando hasta llegar a la de hoy.
Un abrazo.
Ambar

Juan Carlos Durilén said...

¿Cómo estás, Ambar?
Gracias por pasar. A mí también me suele pasar. Creo que se trata de un problema técnico de Blogger.

Esperemos que se normalice para mantener al día la lectura.

Gracias, otra vez.
Un fuerte abrazo.