Dama de noche.*
Al sol de la mañana
ya no es la misma.


* Ipomoea alba, conocida en Argentina como Dama de noche o Galán de noche.

8 Comments:

LA JOLI said...

Durante la cena comentábamos la belleza de la dama de noche y el tiempo que pasaba disfrutando de la apertura de cada flor... Ya en la cama, necesitada de poesía, me acerco a tu blogs y me encuentro con ambos! Un placer leerte papi, como siempre! Abrazos!

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, hija querida.
¡Qué placer y qué coincidencia que esta flor tan simple como bella oficie de nexo para que la distancia no sea tal!

Me alegra que mantengas vivo el recuerdo de casa, cuando disfrutábamos mirando arrobados cómo se desplegaba esta belleza, cada noche de verano...

Un beso. Buen descanso.

Unknown said...

¡¡Qué precioso Haiku Juan Carlos ! acá no conocemos la Dama de Noche, tal vez bajo otro nombre. No lo sé.
Pero lo que me emocionó mucho es el comentario de tu hija.¡Qué lindo ! ...
Puro amor... pura ternura ...
un abrazo enorme.

Bea Candiani said...

Como siempre ...bellísimo haiku pleno de significados! ¡Qué gran habilidad la tuya de expresar tanto en esta pequeña estructura poética! Abrazo

trimbolera said...

Muy bonitos y expresivos. Gracias.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, María del Carmen.
Es verdad. Ha sido muy emotivo encontrarme con estas palabras de Jorgelina (mi hija menor).
El haiku, de algún modo, nos acerca y nuestros corazones laten al unísono con ese recuerdo compartido de cuando ella, niña aún, se maravillaba (nos maravillábamos) frente a esa flor que se iba abriendo ante nuestros ojos asombrados...

Supongo que allí, por Corrientes, tiene que crecer esta enredadera, cuyas flores se abren de noche y se cierran por la mañana. Duran solo una noche. Quizás reciba otro nombre, como suele suceder.

Un placer, amiga. Va mi abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Bea, querida amiga, ¡qué placer tu visita y tus generosas palabras, como siempre!

No puedo asegurar que sea habilidad. Creo que tú, como haijin, bien sabes que todo está allí frente a nosotros; solo resta contarlo, expresarlo en pocas palabras.
El valor quizás esté en ser fiel al momento cargado de significado.

Un gran abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, Trimbolera.
Es un honor tu presencia en este espacio.

Un placer compartir estos instantes que para que cobren profundidad es menester, como es el caso, contar con la sensibilidad de quien se acerca.

Un abrazo, amiga.