Lluvia estival.
En los últimos charcos
la media luna.

2 Comments:

Xaro La said...

Esa mirada que viendo un charco de verano se detiene y oh, ahí estás luna... nunca pasa desapercibida, tal es su magnetismo, su magia... que hace que una y otra vez deje su huella en el corazón del haijin.

me gusta mucho Juan Carlos esa sencllez y que gran haiku, gracias

Un gran abrazo querido amigo

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias a ti, querida Xaro.
Tu generosidad me abruma.

Eres atenta y pones de relieve tu propia sensibilidad, una y otra vez.
Me place compartir estas miradas. Y en este caso particular, esa luna que siempre nos maravilla, como tú bien lo afirmas.

Otro abrazo, amiga.