Sol de noviembre.
Lento pasa el vecino
convaleciente.

 

4 Comments:

Leti Sicilia said...

Me gusta este haiku por todo lo que está implícito en él. Hermoso ese sol, por esas tierras primaveral, que despierta lo mejor de la Naturaleza y que tanto se agradece cuando alivia las dolencias físicas.
Gracias por compartir.

Un gran abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, querida Leti, por detenerte y dejar tan hermoso comentario.
Ese sol, al que tú te refieres, parecía reflejarse en el rostro más animado de este hombre. Ese sol, como siempre, dador de vida...

Un gran abrazo, amiga.

momiji haiku もみじ said...

Suscribo lo dicho por Leticia. Uno de esos haiku que, como debe ser, calla mucho más de lo que dice, y ahí está su secreto. Tantas cosas sugeridas...

Un abrazo grande amigo

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, querido amigo, por dejar una vez más tus impresiones, siempre tan atinadas como amables. Me alegro que lo sugerido tenga ese peso y ese valor.

Otro gran abrazo. Feliz semana.