Ese viento parece producir las mismas semillas que lleva. Siendo del olmo, ya no son del olmo en tu haiku, sino del viento. Creo que de ahí deriva la gran belleza de este haiku, Juan Carlos. Semillas y viento se funden en el poema en algo que les superaa y que no se dice porque no tiene nombre. Solo el poema puede expresarlo. Gracias y un gran abrazo, querido amigo.
Suman belleza a lo que de una manera algo sencilla y directa muestra el haiku en su intención de dar testimonio de ese momento que me ha impresionado.
Ocurre que la Naturaleza prevé este tipo de diseminación de vida a través del viento. Y lo hace como solo la Naturaleza sabe hacerlo: con belleza. De ahí, esa hermosa conjunción de viento y semilla. Y es donde, tal como tú dices, nace la poesía.
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Ese viento parece producir las mismas semillas que lleva. Siendo del olmo, ya no son del olmo en tu haiku, sino del viento. Creo que de ahí deriva la gran belleza de este haiku, Juan Carlos.
Semillas y viento se funden en el poema en algo que les superaa y que no se dice porque no tiene nombre. Solo el poema puede expresarlo.
Gracias y un gran abrazo, querido amigo.
¡Hermosas tus palabras, querido amigo!
Suman belleza a lo que de una manera algo sencilla y directa muestra el haiku en su intención de dar testimonio de ese momento que me ha impresionado.
Ocurre que la Naturaleza prevé este tipo de diseminación de vida a través del viento. Y lo hace como solo la Naturaleza sabe hacerlo: con belleza. De ahí, esa hermosa conjunción de viento y semilla. Y es donde, tal como tú dices, nace la poesía.
¡Gracias, Carlos! Un gran abrazo.
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