Un barrilete,
y en la silla de ruedas
una sonrisa.

2 Comments:

Patricia Garachico said...

QUE IMAGEN TAN TIERNAMENTE TRISTE!

Juan Carlos Durilén said...

Hola, Patricia.
Gracias por tu nueva visita y el comentario que te ha suscitado este haiku, que también es parte de nuestra realidad y que coincide con lo que tu sensibilidad te dicta.

Con todo mi afecto.