Febrero/2011

6 Comments:

mercè said...

arena, el mar, y un reflejo... preciosa toma para acompañar este bello haiku.
un abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

¡Gracias, Mercé!
Por tu visita y por tus hermosas palabras.
Y por permitirme compartir contigo esa serenidad nocturna.

Un beso.

SUSANA BENET said...

Hola Juan Carlos. Es un placer visitar tu blog y quiero decirte que tienes haikus estupendos, como el del roce apagado de las sandalias, en concreto. Saludos desde Valencia,

Juan Carlos Durilén said...

¡Muchas gracias, Susana!
Un honor tu visita, tanto como tus hermosas palabras.
Sin duda, ayudan a continuar en este camino, y ¡cuánto me alegra que mi humilde aporte sea de tu agrado!

Un abrazo.

Juan Carlos Moreno said...

La luna viaja y nosotros nos podíamos pasar horas inmóviles mirándola, y esa luz que permanece con nosotros. Me ha gustado mucho leerte, amigo y artista.

La foto es maravillosa

Juan Carlos Durilén said...

¡Muchas gracias, Juan Carlos, por tu elogio! Pero, debo aclarar que no soy fotógrafo; la foto no me pertenece. La tomé prestada de Internet. Me pareció que armonizaba tan bien con el haiku que me atreví a copiarla. ¡Hay tantas imágenes hermosísimas...!

Te agradezco la compañía y que sigamos compartiendo nuestras miradas.

Un fuerte abrazo.