Lluvia de anoche.
Montoncito de plumas
en la resaca.

10 Comments:

Claudia Bakún said...

¡qué bonito haiku Juan Carlos!
"montoncito de plumas"...¡qué bonito!
Abrazos

Juan Carlos Durilén said...

¡Gracias, Claudia!
¡Cuánto me alegra que compartas este haiku, y ese verso, en particular!
Me pareció, en principio, que era un diminutivo muy cargado de subjetividad, pero era eso, ni más ni menos, lo que estaba viendo en la resaca de la vereda, tras la lluvia de la noche. Me conmovió.

Siempre es un placer tu compañía.

Un beso.

mercè said...

precioso y cierto... tras la lluvia, siempre quedan montoncitos de hojas arremolinadas, brillando por el reciente lavado
muy bien visto y muy bellamente expresado !!
un beso

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Mercé.
Por tu visita y tus palabras.
Lamento que el haiku no alcance a expresar lo realmente percibido: el "montoncito de plumas" no es nada más ni nada menos que un pájaro muerto, tras la tormenta de la víspera. Mezcladas con la resaca se podían apreciar claramente sus plumas. Me pareció menos cruel presentarlo de esa manera.

Agradezco tu impresión.

Un beso.

Claudia Bakún said...

entonces lo de "qué bonito"...vale para esa frase llena de ternura: montoncito de plumas.
Dudé acerca de si se trataba de un pájaro muerto, o de las plumas perdidas en la tormenta, y pensé que se trataba de esto último.
No lo cambies, Juan Carlos: está muy bien así, y esa ternura subjetiva se la estás dedicando a ese pajarito.
Un abrazo

Juan Carlos Durilén said...

Agradezco, Claudia, tu nueva visita. Y lo valioso de tus palabras y tu consejo.
Pequeño tributo a un animalito al que la tormenta le arrebató el vuelo y la vida...

Un fuerte abrazo.

Diente de león タンポポ said...

Conmovedor, sí. El diminutivo le hace mucho bien ... Precioso haiku.

Un beso

Juan Carlos Durilén said...

¡Muchas gracias, Toñi!
Una alegría tu visita y muy amables tus palabras.
Da placer estar en esta misma sintonía del haiku.

Un beso.

Juan Carlos Moreno said...

hermoso haiku Juan Carlos. La lluvia de anoche penetra tras haber caído



Un Abrazo grande

Juan Carlos Durilén said...

¡Muchas gracias, Juan Carlos!
Por pasar por aquí y dejar, como siempre, tus generosas palabras.

Sí, la naturaleza tiene sus propias leyes que, a veces, duelen...

Otro abrazo.