Yace aún abierta
esa flor del hibisco.
No cesa el viento.

6 Comments:

mercè said...

se escucha el lamento del viento arrancando las flores, y se ve el rojo de pétalos abiertos antes de marchitarse...
un bellísimo haiku, en el que late la vida y la muerte !!

Juan Carlos Durilén said...

¡Gracias, Mercé!
Por tu nueva visita y por tu comentario tan oportuno.
Tal como tú lo has revivido.
Esa flor arrancada que, aun en el suelo, seguía regalando su esplendor...

Un beso.

Gloriab said...

Ah el Hibisco, que bello y fragil.Hermosa la estampa de tu Haiku, como siempre tu espíritu exquisito, se hace eco de la belleza

Juan Carlos Durilén said...

¡Muchas gracias, Gloria!
Sé que te encuentras convaleciente y aun así, tu generosidad siempre intacta.
Me alegra que el haiku te haya aportado un grato momento.

Que pronto te repongas.

Un beso.

Leti Sicilia said...

¡Cuánto me sugieren tus haikus! Éste es bellísimo, gracias Juan Carlos.

Un beso.

Juan Carlos Durilén said...

¡Gracias, Leti, por tu compañía!
Es un placer compartir estos momentos.
Me alegra mucho tu amable comentario.

Un beso.