Muchas gracias, Mirta. Es cierto lo que dices. La naturaleza adueñándose y rompiendo los límites de aquello fabricado por el hombre. En este caso es hasta gracioso: en el reloj (en tierra, por supuesto) los números romanos están diseñados con pequeños arbustos que en esta época brotan. Una demora del podador hizo que esos números comenzaran a deformarse. Es admirable ver cómo las plantitas buscan su propia forma.
Gracias, amiga, por tu nueva visita y tu oportuno comentario.
¡Hola, Josefa! ¡Qué alegría tu visita y tus palabras! Muchas gracias. Sí, es muy simpático ver cómo la primavera va más allá de la estrechez a la que el placero somete a esas plantitas, para formar los números romanos del reloj. Y más en esta época en que la poda se hace continua para lograr mantenerlos legibles. Pero brotes y flores no saben de límites, y mucho menos de números romanos, jejeje...
Muchas gracias, Susana. ¡Y bienvenida! Un placer contarte entre las bellas personas que generosamente me acompañan en este lugarcito. Aprecio tu comentario. Es verdad lo que en él expresas. Y tanto como el tiempo, es esa incontenible fuerza vital, propia de la primavera. Un privilegio ser testigo, una vez más...
6 Comments:
Reloj del parque:
los números romanos
con brotes nuevos.
Juan Carlos, esto sí que es asombro.
Me gusta cuando la naturaleza se adueña de lo urbano.
Gracias por mostrarnos algo de tu parque. Un beso
Muchas gracias, Mirta.
Es cierto lo que dices. La naturaleza adueñándose y rompiendo los límites de aquello fabricado por el hombre. En este caso es hasta gracioso: en el reloj (en tierra, por supuesto) los números romanos están diseñados con pequeños arbustos que en esta época brotan. Una demora del podador hizo que esos números comenzaran a deformarse. Es admirable ver cómo las plantitas buscan su propia forma.
Gracias, amiga, por tu nueva visita y tu oportuno comentario.
Otro beso.
Hola: Debe ser bonito ver un relog
en el parque con brotes en los números.
Divinos tus haikus.
¡Hola, Josefa! ¡Qué alegría tu visita y tus palabras!
Muchas gracias.
Sí, es muy simpático ver cómo la primavera va más allá de la estrechez a la que el placero somete a esas plantitas, para formar los números romanos del reloj. Y más en esta época en que la poda se hace continua para lograr mantenerlos legibles. Pero brotes y flores no saben de límites, y mucho menos de números romanos, jejeje...
Un beso, amiga.
Muy curioso, el tiempo atrapado entre los brotes nuevos, o los brotes atrapados en el tiempo. Estupendo. Saludos,
Muchas gracias, Susana.
¡Y bienvenida!
Un placer contarte entre las bellas personas que generosamente me acompañan en este lugarcito.
Aprecio tu comentario. Es verdad lo que en él expresas.
Y tanto como el tiempo, es esa incontenible fuerza vital, propia de la primavera. Un privilegio ser testigo, una vez más...
Un beso.
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