Casa sin techo.
En las paredes quedan
trazos de tiza.

10 Comments:

Leti Sicilia said...

Como todo buen haiku, sugiere mucho más de lo que dice. Gracias por compartirlo.

Un beso.

Xaro La said...

Gracias JC, de repente mi vino a la mente esas casas rústicas, viejas y abandonadas donde como mínimo pintan en las paredes.

Muy descriptivo el haiku, me ha gustado mucho

Besos amigo JC

bibivarelagibb said...

¡ qué sugerente !

un hk evocador,imposible no detenerse...mientras las imagenes se superponen, se puede vivenciar la niñez.
un placer leerlo, gracias por tu mirada. un bs

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Leti.
Me alegra tu visita y me alegra poder compartir algo de nuestra realidad, a veces, desgraciada, como es el caso.

Otro beso para ti.

Juan Carlos Durilén said...

Aprecio tu compañía y todo lo que el haiku te ha sugerido.
Gracias, Xaro, por tu puntual visita y tu comentario oportuno.

Nos seguimos leyendo.

Un beso.

Juan Carlos Durilén said...

Eres muy amable, Bibi.
Una alegría que pases por aquí y te detengas a dejar tan hermoso comentario.
Reconforta saber que lo expresado conmueve tu sensibilidad de poeta y artista.

Otro beso.

Antonio M. said...

¡Qué bonito!

Lo que queda y lo que no quedó...

Un abrazo.

;-)

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Antonio.
Un placer tu visita y me alegra que el haiku te haya gustado.
Un aliciente para seguir intentando dejar testimonio de lo percibido.

Un gran abrazo.

ADMINISTRADOR said...

Precioso Juan Carlos... se me había pasado y hoy lo he descubierto..¡menos mal! Un haiku lleno de texturas, el polvo de los escombros, el polvo de la tiza, las palabras que permanecen a pesar de las desgracias... las manos que construyen, que escriben... en fín, muy, muy sugerente. Enhorabuena.

Un abrazo, Mercedes.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Mercedes.
Tu comentario no hace más que iluminar generosamente ese pedacito de realidad que he procurado trasmitir.
Aprecio tu compañía y que te hayas detenido aquí.

Otro abrazo.