Se lleva el río
las hojas de los álamos.
Monte en silencio.

6 Comments:

gorka said...

Precioso...

Me gustaría seguir el camino de una de esas hojas para ver como y donde acaba y como se transforma...

Abrazos!

Anónimo said...

Asi como el río se lleva las hojas, el río de la vida se llava nuestros dias, nuestras noches y nuestra juventud, formando con ese cúmulo un monte de recuerdos para el silencio de nuestra vejez.
Preciosos tus haikus.
Un abrazo
Ambar.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Gorka.
Es interesante tu comentario.
Sería maravilloso presenciar cada paso de ese regreso a la tierra.
A mi también me fascina, por ejemplo, la metamorfosis del gusano a mariposa, entre tantos y tantos prodigios de la naturaleza...

Un abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Hermosa y profunda reflexión la que nos dejas, Ambar.
Tus palabras embellecen el haiku y abren un sentido tan amplio como la vida.

Gracias, amiga.

Un beso.

Xaro La said...

Preciosísimo, me encanta mucho mucho


A tus pies Haijin Juan carlos

Muchos besos

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Xaro.
Sin duda, tus palabras entusiastas y amables son siempre un aliciente.
Aprecio tu apoyo tanto como tu sensibilidad que hace que el haiku se realice como tal.

Besos, amiga.