Gramilla seca
pegada en sus abrigos.
Los niños juegan.

10 Comments:

Xaro La said...

Tierna escena Juan Carlos,
Quién no ha jugado alguna vez y regresado a casa con gramilla pegada? jaja, por cierto bastante incómoda sobre todo cuando se pegaba a los calcetines.

Me gusta tu haiku y la escena que se describe.

Un abrazo amigo JC

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Xaro.
Siempre tu palabra acompañando lo acontecido, dando ese toque personal que enriquece la escena.
Es verdad lo que dices. A mí también me causó mucha ternura ver a esos pequeños jugar y reír bajo el sol de invierno sin reparar en su ropa, libres, felices...

Un beso, amiga.

gorka said...

Maravilloso haiku Juan Carlos!!

Niño y juego siempre son símbolo de pureza...
El tiempo se detiene, la espontaneidad y naturalidad aparecen y la vida es como tiene que ser...

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, amigo Gorka.
Me alegra que el haiku sea de tu agrado. Aprecio tu compañía y la hermosa semblanza que te inspira el momento evocado.

Un gran abrazo.

Luján Fraix said...

PRECIOSA INFANCIA.
RECUERDOS IMBORRABLES, TODO TAN PURO.
JUGABA TODO EL DIA Y VOLVÍA CANSADA DE TANTO REIR.

BESOS

Juan Carlos Durilén said...

Así es, Luján.
Gracias por dejar tus recuerdos en este espacio de encuentros.
Como diría nuestro querido Leonardo Favio en su "Chiquillada": "...Lindo haberlo vivido para poderlo cantar".

Un beso.

nubeaguablog said...

Precioso haiku que evoca entrañables y ya lejanos recuerdos...
Un fuerte abrazo
j

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Unsui.
Me alegro que estos versos rememoren horas tan gratas de la infancia, aunque lejanas siempre presentes.

Un abrazo, amigo, con "gramilla seca", jejeje...

Luján Fraix said...

Gracias Juan Carlos por tu precioso mensaje, un placer para mi recibirte en mi casa.
Que tengas bonito día aunque hace un frio terrible.

Besos

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Luján.
Tan atenta, como siempre. Y tan generosa en tu loable labor. Un placer visitar tu blog al igual que el hecho de tenerte por aquí.
Es verdad. El frío es intenso. Con más razón valoro este humilde techo que me resguarda y abriga.

Un cálido abrazo.