Atardece.
Brillan las hojas quietas
del pastizal.

15 Comments:

Kairi said...

Exquisito . Saludos.

Kairi said...

Exquisito. Saludos.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Encarni, por tu visita y tu apreciación.
Un placer compartir estos momentos.

Un beso.

Bea Candiani said...

Wncontramos la paz en la contemplación del paisaje y consustanciándonos con la naturaleza...

Juan Carlos Durilén said...

Así es, Bea.
Gracias por pasar por aquí y detenerte a dejar tus impresiones.
Me da alegría tu visita.

Nos seguimos acompañando.

Un beso, amiga.

Leti Sicilia said...

Cada atardecer es especial, y cada haiku tiene también un sabor único, como éste que compartes y que me parece bellísimo.

Gracias Juan Carlos.

Un beso.

Juan Carlos Durilén said...

Hermoso tu comentario, Leti.
Muchas gracias.
Coincido contigo: "Cada atardecer es especial...".
Me alegra esta sintonía, en la distancia.

Un beso, amiga.

gorka said...

Y cada atardecer está al alcance de todos para ser contemplado en su belleza...

Un haiku que trasmite serenidad y sosiego...

Gracias por compartirlo, amigo!

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, Gorka.
Tus palabras siempre aportan lo emotivo y lo reflexivo.

Valoro tu compañía, amigo.

Un abrazo.

Xaro La said...

Cuánta belleza Juan Carlos, nada más leerlo me he trasladado a ese atardecer donde los últimos rayos brillan en las hojas, sin viento, quizás tan sólo una brisa serena...

Precioso, muy precioso, cada uno de tus haikus es un cuadro de serenidad

Un abrazo amigo JC

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Xaro.
Son tus bellas palabras (reflejo de tu corazón) las que en verdad completan el haiku y le confieren esos dones.

Es un placer compartir así estos momentos.

Un beso, amiga.

Unknown said...

Precioso. Un mimo para el alma. ¡Me encanta !!

Juan Carlos Durilén said...

¡Bienvenida, María del Carmen!
Una alegría muy especial tu presencia en este domingo de enero.

Repito lo que sostengo como verdad: el haiku se completa con la sensibilidad del lector. Es en ese momento cuando el haiku cobra sentido y se expresa en su totalidad. Eso está ocurriendo, amiga. Tu corazón abierto permite que el poema se complete en su más profunda emotividad.

Gracias por sumarte a mis amigos, por tu visita y tus amables conceptos.

Un abrazo.

Luján Fraix said...

GRACIAS QUERIDO AMIGO POR VENIR A TOMAR EL TÉ CONMIGO, ES UNA MANERA DE COMPARTIR ESTA BELLA AMISTAD CARGADA DE SENTIMIENTOS ENCONTRADOS QUE FORMAN PARTE DEL SER, DE NUESTRA IDENTIDAD.

MUCHOS BESOS

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Luján.
Siempre es un placer compartir no solo el té contigo, sino también todo aquello que la afinidad en la poesía convoca, y que la amistad reúne y afianza, como tú bien dices.

Aprecio que te hayas detenido en este mi pequeño lugar entrañable.

Un beso, amiga.