Ya nadie habita
la casa abandonada.
Sólo el otoño...

22 Comments:

Elena Bravo "Elena de San Telmo" said...

Abro la puerta de esta casa, vuelan algunas hojas que entraron por la ventana despojada de vidrios. La casa está vacía, sólo me recibe el otoño que se adueñó de todos los rincones. Ningún otro sonido que el eco del viento, ni sola una palabra, siquiera.....
Hermoso haiku Juan Carlos!

Julián said...

Excelente.

Xaro La said...

Me parece un haiku entrañable Juan Carlos y con qué sensibilidad lo plasmas, se puede ver esa casa abandonada con hierbajos creciendo por doquier y los árboles del alrededor con sus hojas cayendo ya secas.
Un precioso haiku, gracias por deleitarnos con tanta belleza

Un abrazo amigo JC

nubeaguablog said...

Qué bien transmites esa melancolía...
Un abrazo
j

LOS OJOS DE LA NIEBLA said...

Otoñal estampa de una casa que un día fue un hogar.
Melancólico...
Un abrazo

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Elena.
Hermosa descripción haces de lo que te sugiere el haiku.
Me alegra que llegue de esta manera.

Nos seguimos acompañando.

Un beso, amiga.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Julián.
Aprecio tu paso por aquí y el haberte detenido a dejar tu impresión.

Un abrazo, amigo.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, querida Xaro, por tu constancia en acompañarme y en dejar tan bien plasmado lo que te inspira el haiku.
De este modo su significación cobra más sentido.

Un cariñoso abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Agradezco tu nueva visita, Unsui.
Y también el concepto que te sugiere el haiku.

Nos seguimos acompañando, amigo.
Otro abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Ojos de Niebla.
Un placer compartir estas escenas otoñales y lo que ellas sugieren.

Valoro tu compañía y tus palabras, amiga.

Un abrazo.

Unknown said...

¡Cuántos recuerdos, cuántos amores y desamores, cuántas alegría y penares guardará esa casa ahora sólo habitada por el otoño !!
Me encantó ! Soy una enamorada del otoño , con él vine ...
En un viento de música , te regalo besos otoñales. :)

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, querida María del Carmen.
Me alegra esa afinidad con el otoño y todo lo que te inspira este breve poema.

Un placer tu compañía, amiga.

Otro beso para ti.

Leti Sicilia said...

Un haiku con el sabor de los clásicos y pleno de sensaciones, una belleza.

Besos.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Leti.
Una vez más, tus palabras tan amables.
Me alegra que el haiku promueva en ti estas sensaciones. Da gusto compartirlas.

Un beso, amiga.

Kairi said...

Maravillo !!!!!!. Besos.

Juan Carlos Durilén said...

Una alegría tu visita, Kairi.
Gracias por tu amable comentario.
Y gracias por tu perseverancia en seguir este rinconcito.

Un beso, amiga.

Josefa said...

Hermoso haiku. Que me hace pensar en una casa deshavitada en la que se han vivido historias bellisimas y que ahora ya solo son recuerdos.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, querida Josefa.
Me alegra que el haiku provoque en ti estos pensamientos y estos sentimientos de lo que pudo haber ocurrido. Toda casa guarda tantas cosas en sus rincones...

Un abrazo, amiga.

Luján Fraix said...

CUÁNTA SOLEDAD ME INSPIRA ESA CASA ENTRE EL GRIS-ORO DEL OTOÑO.
UN BESO JUAN CARLOS.
PRECIOSO COMO SIEMPRE.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Luján, por tu comentario y tu grata compañía.
Es verdad. Lo que impacta de una casa deshabitada es esa soledad tanto como el abandono, en muchos casos.

Otro beso, amiga.

Belén Rodríguez said...

Leo y me llegan cantidad de imágenes sugeridas por tu haiku.
El otoño como símbolo de la decadencia que se adueña de una morada vacía, sin vida y que, poco a poco, revertirá a la naturaleza que la rodea.
Un abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Hermoso lo que te sugiere el haiku, Belén.
Gracias por dejar esas impresiones y me alegra compartir momentos que motivan tanto.

Otro abrazo, amiga.