Con su bastón
la abuela y su nietito.
Ambos vacilan.

6 Comments:

Anónimo said...

Que bien lo dice el haiku y con pocas palabras, la infancia y la vejez juntas de la mano.
Un abrazo
Ambar

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Ambar, por tu compañía y tus palabras.

Nuestra vida en uno y otro extremo, ¿no?

Otro abrazo, amiga.

Unknown said...

Querido Juan Carlos !
Nada más cierto. Y quienes llevan bastón como yo, vacilamos de tanto en tanto. He visto a esa abuela y me he visto a mí, como en un espejo.
Sigo esperando, aún no llega el mensajero.
Un abrazo enorme.
¡FELIZ DOMINGO !

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, María del Carmen.
Portarás bastón, pero no tu corazón, ¿no es así?

¡Qué pena que demore tanto en llegar ese mensajero! Y eso que estamos en el mismo país... Seguramente esta semana llamará a tu puerta.

Que tengas un hermoso domingo tú también, querida amiga.
Abrazo.

Elena Bravo "Elena de San Telmo" said...

cuánta ternura en este haiku! un abrazo Juan.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Elena.

¡Qué alegría tu visita!
Gracias por pasar y dejar tan amable comentario.

Otro abrazo, amiga.