Con estas ráfagas
la hierba se engalana.
Flores de hibisco.

19 Comments:

Kairi said...

Se puede sentir el aroma. Precioso. Saludos.

Juan Carlos Durilén said...

Me alegra, Encarni.
Gracias por tu compañía y tus palabras.

Un abrazo.

Unknown said...

A mí me enternecen esas hermosas flores de hibisco.¡Huelen tan rico ! besos de luz.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, María del Carmen, por pasar por aquí y detenerte.
En casa tenemos una gran planta de hibisco (o "rosa china", como también le llamamos). El viento desprendió unas cuantas flores y "decoró" el césped.
Me pareció interesante compartir la imagen.

Un beso.

Anónimo said...

Ese es el nombre de la flor?
Gracias Juan Carlos, esa ráfaga ademas de engalanar la hierba, me trae el nombre de esa flor que siempre me ha gustado y no sabía su nombre.
Un abrazo.
Ambar.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias a ti, Ambar, por tu visita.
Y me alegra haberte aportado ese dato.
Es una planta originaria de América y África. Los tonos de la flor del hibiscus, comúnmente hibisco, van del blanco al rosa, rojo, morado o amarillo. Aquí, en Argentina, se la conoce como "Rosa China", y recibe en América diferentes nombres, según el país. En República Dominicana, por ejemplo, a las de color rojo se les llama "Sangre de Cristo" o "Cayena", y en el traje típico dominicano está presente en la decoración del cabello, como símbolo nacional.

Un beso.

nubeaguablog said...

El viento haciendo de distribuidor de la belleza hacia el menos espectacular cesped.
Muy bonito Juan Carlos
Un abrazo
j

gorka said...

Bonito cuadro!!

Flores que han perdido la conexión con su planta, que pronto marchitarán, pero que por un tiempo aportan belleza a la hierba...

Un abrazo Juan Carlos!

Juan Carlos Durilén said...

Gracias por tu visita, Unsui.
Tal como tú dices. Aprecio tu comentario.

Nos seguimos acompañando.

Otro abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Es así, Gorka.
Flores desprendidas de su planta y que por un día seguirán prodigando su belleza, aun caídas.

Gracias, amigo, por tu compañía y tus amables palabras.

Un abrazo.

Ana said...

¡Vaya preciosidad! Todo: el haiku, la foto, las flore sobre la hierba...


Un beso.

Ana said...

¡Vaya preciosidad! Todo: el haiku, la foto, las flore sobre la hierba...


Un beso.

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Ana.
Un comentario más que generoso de tu parte.
Un placer compartir esta escena.

Recibe todo mi afecto, amiga.

Anónimo said...

En mi espacio esta noche
El habiscus ha nacido
Y durarán para siempre
Son regalo y son, cariño
De un buen amigo mío.
Cuando te apetezca
Puedes pasar a ver mi jardín
Hay dos flores de habisco
Las mismas que están en respuesta a tu correo.
Un abrazo.
Ambar

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Ambar.
Otra vez la flor como símbolo de belleza y amistad.

Con ella, la distancia deja de ser tal.

Un abrazo, amiga.

Xaro La said...

La humilde hierba aún más hermosa engalanada por los hibiscos.

Muy hermoso haiku Juan Carlos... la bella foto describe la belleza de tu haiku

Muchos besos amigo JC

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, Xaro.
Como siempre, tan generosa en tus comentarios.
Y también, como siempre, el placer de compartir estos pequeños sucesos cotidianos.

Un beso, amiga.

Luján Fraix said...

Yo las llamo Rosa China, en mi casa tengo dos plantas rojas, las plantó mi mamá, una tiene casi 30 años y la otra 10. Son preciosas como tus versos querido Juan Carlos.

Buenas Noches.
Un beso grande.

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Luján.
Hermoso todo lo que dices. Seguramente recordarás a tu madre a través de esas flores.

Y vale la acotación. Es verdad, en Argentina le llamamos Rosa China, pero preferí citarlas por su nombre científico: hibiscus (o, comúnmente, hibisco), ya que recibe diferentes denominaciones según el país.

Un placer tu visita. Nos seguimos acompañando.

Otro beso para ti, amiga.