Noche de enero.
Tras la lluvia, en la brisa
olor a pan.

8 Comments:

trimbolera said...

Se abren los sentidos !!

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, Trimbolera, por pasar y dejar tus impresiones.

Aprecio esta afinidad de sensaciones.

Un abrazo, amiga.

Unknown said...

Hola Juan Carlos ! cada día tus Haikus son más bellos.
Un abrazo.
¡Feliz jueves !

Juan Carlos Durilén said...

Muchas gracias, María del Carmen.
Me place saber que estas sensaciones que uno recoge y comparte tengan un eco tan generoso.

Lo mejor para ti, amiga.
Otro abrazo.

Leti Sicilia said...

Un haiku que despierta nuestros sentidos, plasmado de forma muy bella.
Gracias una vez más por compartir instantes tan lindos.

Un cariñoso abrazo.

Juan Carlos Durilén said...

Un verdadero placer compartirlos, Leti.
Gracias por pasar y detenerte.

Ocurre que cerca de casa, en dirección sur, hay una panadería. Cuando sopla alguna brisa o viento de ese sector, nos llega, según la hora, ese intenso aroma a pan. En este caso, la brisa fresca tras la lluvia llega acompañada de ese entrañable aroma. Doble sensación.

Un abrazo, querida amiga.

momiji haiku もみじ said...

Cómo me gustan estos haikus que saben a cotidiano. A hogar. Ese pan ese pan.... mmm rico sabor a haiku

Un abrazo grande

Juan Carlos Durilén said...

Gracias, compañero, por pasar y detenerte en este olor a pan...

Quizás, como el propio haiku en general, hay olores que nos remiten a nuestra infancia y que cobran renovada presencia, un íntimo deleite hogareño.

Un gran abrazo.